domingo, 7 de marzo de 2010

La despedida

Son las 9 de la mañana, acabo de llegar a casa…


Pensaba que verte iba a ser algo casi normal: te daría ese abrazo que prometí darte cuando te viese y ya está, la cosa no iría a más. Dos meses sin verte parecían suficientes…


Pero no ha sido así. Al principio todo ha ido sobre ruedas. Te he visto, te he dado ese abrazo y he seguido a lo mío. He seguido a lo mío hasta que hemos llegado a la discoteca, donde no había una barra que nos separase, donde el contacto físico era algo casi inevitable (y mira que lo he intentado evitar) pero al final he caído otra vez. Drogas, alcohol, mi subconsciente… llámalo como quieras, pero no he podido decir NO a ese beso rodeado de oscuridad, entre cotillas y mirones, y al mismo tiempo escondido, con miedo a ser descubierto por alguno de mis amigos, los cuales me habrían recriminado ese momento, por tonto... y sin embargo, tranquilo de volver a saborear esos labios, esa boca, esos besos… He podido disfrutar de aquello que tanto he echado de menos, de aquello que tantos sueños han ocupado en mis noches.


Esta noche mis sábanas vuelven a oler a ti. Y no porque hayas estado entre ellas o porque haya volcado ese frasco de colonia que conservo como si se tratase de un tesoro. Vuelven a oler a ti porque yo huelo a ti. Porque en cada roce, mi cuerpo se empapaba de ese olor que expulsabas.


Me has dicho que ha sido el beso de despedida. No, para mí el beso de despedida fue aquel 5 de Enero. Hoy ha sido un error. Un error que recordaré durante mucho tiempo, pues he vuelto a verme envuelto en algo que daba por desaparecido.


Parecía que todo iba bien….parecía… ahora, a volver a empezar…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cómo te entiendo!

Tu blog me ha llamado la atención... Me ha hecho "gracia· :)

Un saludito.