martes, 17 de noviembre de 2009

Anoche soñé contigo

Terminé de ver el capítulo de LOST. Por fin me he decidido a ver esa serie que ha tenido a medio mundo pegado a la pantalla.
Acabo de empezar a verla y, por el momento, me está gustando bastante. Junto a Héroes, Samantha Who? y V (remake 2009) cada semana tengo unos cuantos capítulos que ver.

Terminó el episodio, abrí Spotify y le di al Play. Apareció la última canción que se estaba escuchando: What the world needs now is love, de Jackie DeShannon, de la BSO de La Boda de mi Mejor Amigo.
La última canción que sonó estando aquí ese mismo día, en mi cama, contigo. La canción que sonó en su momento, el primer día que viniste a verme. Tenías razón, el problema de poner banda sonora a esos momentos esque luego te traen recuerdos...

Me tapé, sintiendo el roce de las sábanas en el cuerpo. Ya sabes que no me gustan los pijamas. Coloqué el cojín en el lado derecho, me giré para abrazarlo, cerré los ojos y suspiré. Y llegó tu olor...

Tardé poco en dormirme, cojo el sueño rápido, y volviste a aparecer. No recuerdo muy bien ciertas partes, pero sí recuerdo un momento en concreto. Estábamos en El Ahorcado Feliz, como esa misma tarde, en la misma mesa, con la misma conversación que horas antes habíamos tenido. Pero ésta vez había algo diferente. No sé qué me dirías, pero terminó con un beso, entre la oscuridad de esa cafetería, con las luces en movimiento de las velas que hay en cada una de las mesas del local.
Cambia la escena, lo recuerdo. Pero no hay palabras. Sólo estás tú, de pie, encima de una roca, con las manos en los bolsillos, y las olas rompiendo debajo tuya. Escucho el mar, noto el sol en la cara. Te giras, me miras y sonríes. Estamos a 15 de Noviembre pero aún rozamos los 30ºC. Está atardeciendo y tú sigues allí, a lo lejos, en las rocas, simplemente mirando al mar.
Vuelve a cambiar la imagen. Estamos de nuevo en mi casa, en mi cama. Simplemente nos estamos mirando, muy cerca, casi rozando las narices. Paso el dedo índice por tus labios, despacio. Noto tu respiración sobre el dedo y cierro los ojos.

Son las 12:30 de la tarde, el sol entra por la ventana. Anoche debí dejarme la persiana subida. Escucho de fondo la música y, curiosamente, es la misma canción con la que me dormí. Me vuelvo a girar, de cara al cojín y me vuelvo a dormir...

Quiero seguir soñando... Pero una vez que te despiertas, se acabó el sueño...

Sólo me queda disfrutar de los momentos, cuando el corazón se me acelera al tenerte cerca. Disfrutar de esos silencios donde sólo la mirada habla. Los roces entre dedos mientras conduces... Y con el consuelo de que, no sólo a mi se me van de las manos esos momentos... jeje.

Ya veremos cuánto dura esto, pero, por si dura poco, disfrutemos mientras tanto, ¿no?

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